jueves, 13 de octubre de 2011

Lo que hay que saber de Lieja



Lieja está situada en el sur de Bélgica, en la parte del país conocida como Región Valona o Valonia (en otro post trataré de explicar más sobre las regiones en Bélgica). Lieja es geográficamente privilegiada ya que tiene comunicaciones fáciles y rápidas con diversas e importantes ciudades no solo de Bélgica sino también de Europa. Por su localización, su situación cultural y por su historia, Lieja es una ciudad francófona, así que hablar francés hace la vida más fácil. Aunque no hablar tal idioma no es un impedimento para venir aquí y pasar unos meses o incluso años. Si bien muy al inicio la barrera idiómatica puede ser una limitante para ciertas cosas, ésta cae pronto pues rápido pueden aprenderse palabras y frases básicas en francés para preguntar cómo llegar a los lugares, cuánto cuesta tal o cual cosa y demás cuestiones cotidianas. Si uno se aplica, en un año puede hablarse y entenderse bien el francés. El conocimiento de otros idiomas ayuda en la vida diaria sobre todo si se va a la universidad. El inglés es indispensable para lo académico y en especial para hacer un  posgrado, aunque en estudios de pregrado y en las calles no siempre es útil.  Por otro lado, debido a la diversidad cultural de la ciudad no es extraño encontrarse gente que hable español o italiano, entre muchas otras lenguas.

Una característica muy particular de Lieja es su tamaño. La ciudad tiene una superficie de 69,39 km2 pero la región o provincia de Liège es mucho más  grande (3862 km2).  La ciudad es pequeña cuando se compara con otras de Bélgica, por ejemplo y respectivamente, Charleroi, Amberes y Namur son 1.5, 2.2 y 2.5 veces más grandes. Con algunas grandes capitales mundiales la diferencia es mayor aún; Madrid, Roma y Ciudad de México son en el mismo orden 8.5, 18 y 21 veces más grandes que Lieja.  A pesar de su pequeñez, Lieja es una de las ciudades más importantes de Bélgica y para nada es un rancho sino todo lo contrario.  La universidad, diferentes empresas, ONG’s, museos y una sala de ópera entre muchas otras instituciones forman una ciudad rebosante de actividades. Además, es importante decir que gracias al tamaño de la ciudad resulta muy fácil ir de un lado a otro. ¡Esto es una de las mejores características de Lieja!

Punto importante a mencionar es que la ciudad es atravesada por el río “La Meuse” (río Mosa, en español). La Meuse cruza Francia, Bélgica y los Países Bajos hasta desembocar en el Mar del Norte. En su paso por Bélgica, al río se unía un arroyo al lado del cual se fundó y tomó su nombre la ciudad, el río Legia. La Meuse no cruza Lieja por el centro como originalmente lo hacía siglos atrás. Entonces a diferencia de otras ciudades europeas aquí no hay el típico paseo lleno de bares y cafés a orillas del río. La Meuse tiene más bien una función comercial y económica pues es clave en el transporte de diversos bienes.

En cuanto a la población citadina, ésta es muy rica en variedad. En el 2008 el censo contabilizó 190,048 habitantes, de estos un 17.1% fueron ciudadanos extranjeros ya sea de países europeos o de países de otros continentes. Ciertamente la diversidad cultural está muy presente en la vida liégoise. Aquí hay gente de todo el mundo, belgas claro está, africanos, árabes, latinoamericanos, norteamericanos, asiáticos, australianos, y claro, europeos.  La mezcla de gente es otra de las grandes virtudes de la ciudad, una verdadera Babilonia que se enriquece año con año con la llegada de los estudiantes extranjeros. A mi parecer, esto facilita la vida de los foráneos, en particular de los estudiantes, pues la población está acostumbrada a tratar con extranjeros.

Sobre el clima hago un breve comentario y en otra ocasión lo extenderé. La mejor época para llegar o visitar Lieja es durante los meses de mayo a agosto. Salvo excepciones, a partir de septiembre hasta abril  hay muchos días con lluvias. En realidad siempre llueve, en cualquier época del año. En octubre comienzan los días fríos, entre 10°C-20°C; en  noviembre más fríos, debajo de 15°C además de los días “cortos”, a partir de las 5 de la tarde cae la noche. Diciembre, enero, febrero hace mucho frío, en general debajo de 10°C hasta -10°C; por ejemplo, en enero del 2010 hubo días de -20°C. Nieve, claro, mucha nieve. Marzo mejora, aunque incluso llegada la primavera pueden caer algunos copos de nieve. Abril y mayo ya son días frescos y esperanzadores. La primavera y el verano pueden ser cálidos, con suerte, algunas semanas de verdadero calor se presentan en julio o agosto, como mucho, 30°C-35°C. En fin, el sol es lo que falta en Lieja y en toda Bélgica.


Los puntos anteriores pueden servir para tener una idea sobre lo que es la ciudad. Queda mucho por decir, pero ya irá saliendo más poco a poco. Me doy cuenta que no es fácil hacer una breve descripción del lugar, me queda la sensación que algo sobró y algo faltó. Pero si alguien me pidiera decir un poco más sin duda insistiría en la comodidad de vivir en una ciudad en la cual es fácil moverse. Poder ir caminando de un lado a otro, el hecho que tome algunos minutos cruzar el centro o ir a pie a los barrios de alrededor, moverse de un bar en un extremo de la ciudad a un bar  al otro extremo en un corto tiempo, eso es Lieja. La vida es tranquila gracias a eso, claro, no nos salvamos del tráfico y ruido de los carros, autobuses a toda marcha y demás vehículos motorizados. Como sea Lieja es una ciudad donde se camina. Y para quienes han olvidado ese modo de vida por vivir en ciudades donde no hay más que transportarse en vehículos aquí en Lieja, con sus fallas y virtudes, puede encontrarse el alivio de una vida a pie.

domingo, 9 de octubre de 2011

Viviendo en Lieja, viviendo en Liège, viviendo en Lieja, viviendo en Liège.


Llegué a Liège (Lieja en español) hace poco más de cuatro otoños. Era el verano, finales de julio cuando la ciudad me recibió con un día hermoso, soleado y de un cielo despejado pintado con un intenso azul. Hacía calor. Esa fue mi primera visión sobre Liège. Desde ese día hasta ahora he atravesado otros iguales, los menos pero los ha habido, y mucho días de lluvias intermitentes, nubes grises; durante el invierno días llenos de copos de nieve. Ciertamente luego de cuatro años hay mucho más que decir además del clima. Tengo como regla no hablar mucho del clima, creo no se tiene mucho que decir sobre algo más si la conversación gira en torno al sol o a  la lluvia. Aunque al referirse a Liège esta regla no aplica mucho pues hablar de uno es hablar de lo otro. Hablemos de Lieja entonce.

Justo luego de cuatro años tengo la idea de comenzar a escribir sobre la ciudad, podría enumerar varios motivos para explicar por qué no lo hice antes. Menciono unos cuantos explicándome por qué ahora. Hace unos días llegó un nuevo estudiante de doctorado al laboratorio donde trabajé y viene del mismo equipo  en el cual estuve en  México. Miguel, el apenas llegado, es originario de un país tropical de América Central. De mi parte, soy del noreste de México, donde el clima es seco y caliente, así que igual a mí hace unos años poco acostumbrado al clima frío,  Miguel está sufriendo del tiempo otoñal. Más no por eso deja de maravillarse por cada persona, calle, esquina, bar, por el olor orines en las callejuelas contrastando con el aroma a frites y gauffres, por el sabor de cada diferente cerveza y de cada comida. Justo como yo en su momento, con la llama encendida de cada primera vez, del primer sentimiento de amor por Liège. Me ha tocado acompañar por ahí a tal buen amigo y darle la introducción a la vida liejuna, llevarlo entre las calles e ir y venir de un lado a otro, justo como alguien lo hizo alguna vez por mí. Y aunque no es la primera ocasión que introduzco a una persona en la ciudad, es la primera vez que me identifico tanto por lo común de las situaciones. Cuento esto porque pensando en él y todos esos nóveles ciudadanos quiénes vendrán, he decidido hacer una guía básica sobre Liège, la vida en la ciudad, sus alrededores y claro, la vida universitaria. Cierto, hay mucho escrito además que de voz en voz uno aprende todo sobre Lieja y no se diga con la experiencia misma. Pero bueno, siempre hay algo interesante en algún lado, algo que otros no lo han dicho o lo han escrito. Espero que aquí haya algo de eso, algo que facilite la llegada, que oriente, que diga eso que uno necesita saber para lograr una adaptación más fácil. Espero este blog aporte algo para a quienes acaben de llegar o llegarán a Liège. Otro motivo por el que lanzo este blog es debido al fin de mi doctorado, éste fue le motif  para llegar aquí, siempre pensé venir, hacerlo, dar las gracias e irme. Ahora terminado el asunto curiosamente quiero quedarme en la ciudad de la que muchas veces he renegado. “¿Por qué más quiere quedarse uno en Liège?” respondo cuándo me preguntan la razón irracional, y complemento “por amor, ¿por qué más se quedaría uno aquí?” Me vaya, me quede, me queda claro algo, Liège no se irá de mi. Aunque no estuviera aquí, tengo tantas vivencias que podría escribir por años sobre esta pequeña gran ciudad, no me haría falta estar en ella para hablar de la misma. En este momento tengo la sensación que al escribir más sobre esta ciudad, me quedaré más en ella como ella en mi. Por esto es ahora que escribo y lo comparto.